dimecres, 21 de novembre del 2012

El matrimonio como posible causa del desamor

El matrimonio como posible causa del desamor 03 AGO 07
El psiquiatra Rafael Manrique destacó que el amor no tiene por que acabarse "lo que siempre termina es el enamoramiento". El psiquiatra Rafael Manrique Solana participó en el Ciclo de Conferencias de los Cursos de Verano de la UC en Castro Urdiales con una charla en la que abordó la cierta incompatibilidad entre el amor, como un mundo de relaciones entre sujetos, y el matrimonio como un mundo de relaciones sociales. Y afirmó que "el matrimonio acaba por ahogar al amor". Además, planteó algunos mitos que "considero equivocados como el que iguala la fidelidad, un valor importante en cualquier relación humana, con la exclusividad sexual que es un valor meramente económico que tiene su origen en la edad media por razones económicas". El psiquiatra expuso un método basado en cinco criterios "para responder de manera racional la pregunta ¿me quieres?". Según Manrique, si se dan de manera eficaz "podemos decir que nuestra pareja nos quiere o que queremos a nuestra pareja". Para el doctor existen criterios para saber "si una persona nos quiere o no, pero creo que el matrimonio como institución social normalmente acaba con ellos y se convierte en el mejor de los casos, en un 'buen equipo de servicios mutuos' pero no en una relación amorosa". Según Rafael Manrique la mayoría de las relaciones terminan en matrimonio "porque al sistema social le interesan que haya matrimonios". El doctor considera que "el amor es muy variable, trasgresor, la gente que se ama es poco obediente, poco trabajadora, no tiene hipotecas, no compra pisos, no educa niños y para el sistema social el matrimonio es mucho mejor, el amor no le interesa". Y sentenció al respecto que en tal caso "al sistema social le interesa el enamoramiento como fenómeno inicial destinado al matrimonio". Manrique explicó, en la sede de Castro Urdiales, que "habitualmente el matrimonio acaba con el amor, excepto en algunas ocasiones, pero lo más importante es diferenciar el enamoramiento y el amor". Según el doctor, el primero es "un producto psicológico, perecedero, que dura un tiempo, tiene una explicación psicológica y en función de él se toman decisiones fundamentales, como casarse y tener hijos". Y prosiguió; "al cabo de un tiempo el enamoramiento se acaba pero ya estás casado, con hijos e hipoteca y ya no puedes escapar de todo eso porque es muy difícil pasar del enamoramiento al amor y casi nunca se hace". El matrimonio es para la sociedad El psiquiatra quiso mostrar que existen relaciones amorosas válidas que "no tienen por qué pasar por el dispositivo de institución matrimonial, algo al margen del sistema amoroso". Y aseguró que "el matrimonio es para la sociedad mientras que el amor es para las personas". El doctor indicó que el matrimonio está previsto como base para la familia y sin hijos casi no existe porque normalmente se forman familias. Rafael Manrique reconoció que el título de la conferencia es provocador pero lo justificó diciendo que "normalmente es muy difícil quedarse en el medio y tener las dos cosas: amor y matrimonio". A pesar de su discurso, el psiquiatra consideró que se debe intentar "pero lo normal es que el matrimonio acabe con la relación amorosa y uno se convierta en papá o mamá que dan servicios a sus hijos y a sí mismos". Pero destacó la cierta incompatibilidad "entre amor - lógica personal y el matrimonio - lógica institucional". Y parafraseó una cita de Groucho Marx que empleaba cuando le preguntaban por el matrimonio: “es una gran institución ideal para el que quiera vivir en grandes instituciones”. El psiquiatra destacó que el amor no tiene por que acabarse "lo que siempre termina es el enamoramiento". Y lo explicó con un ejemplo; una persona casada y con hijos, si dice que está muy enamorado de su pareja "o miente o emplea una palabra inexacta". Y matizó que "el enamoramiento es una relación de efusión, de dos y cuando interfiere un hijo ya no hay enamoramiento posible. El amor se puede mantener aunque no es fácil pero el enamoramiento siempre tiene fecha de caducidad temprana y creo que el matrimonio puede mantenerse porque es una institución de orden económico y social, no amoroso". Manrique considera que "todo el mundo es capaz de enamorarse aunque es muy difícil". Y explicó que el amor tiene ocho componentes entre los cuales está la racionalidad "por eso amamos a quien queremos mientras que nos enamoramos del primero que pasa por la calle". El psiquiatra Rafael Manrique destacó que el amor no tiene por que acabarse "lo que siempre termina es el enamoramiento". El psiquiatra Rafael Manrique Solana participó en el Ciclo de Conferencias de los Cursos de Verano de la UC en Castro Urdiales con una charla en la que abordó la cierta incompatibilidad entre el amor, como un mundo de relaciones entre sujetos, y el matrimonio como un mundo de relaciones sociales. Y afirmó que "el matrimonio acaba por ahogar al amor". Además, planteó algunos mitos que "considero equivocados como el que iguala la fidelidad, un valor importante en cualquier relación humana, con la exclusividad sexual que es un valor meramente económico que tiene su origen en la edad media por razones económicas". El psiquiatra expuso un método basado en cinco criterios "para responder de manera racional la pregunta ¿me quieres?". Según Manrique, si se dan de manera eficaz "podemos decir que nuestra pareja nos quiere o que queremos a nuestra pareja". Para el doctor existen criterios para saber "si una persona nos quiere o no, pero creo que el matrimonio como institución social normalmente acaba con ellos y se convierte en el mejor de los casos, en un 'buen equipo de servicios mutuos' pero no en una relación amorosa". Según Rafael Manrique la mayoría de las relaciones terminan en matrimonio "porque al sistema social le interesan que haya matrimonios". El doctor considera que "el amor es muy variable, trasgresor, la gente que se ama es poco obediente, poco trabajadora, no tiene hipotecas, no compra pisos, no educa niños y para el sistema social el matrimonio es mucho mejor, el amor no le interesa". Y sentenció al respecto que en tal caso "al sistema social le interesa el enamoramiento como fenómeno inicial destinado al matrimonio". Manrique explicó, en la sede de Castro Urdiales, que "habitualmente el matrimonio acaba con el amor, excepto en algunas ocasiones, pero lo más importante es diferenciar el enamoramiento y el amor". Según el doctor, el primero es "un producto psicológico, perecedero, que dura un tiempo, tiene una explicación psicológica y en función de él se toman decisiones fundamentales, como casarse y tener hijos". Y prosiguió; "al cabo de un tiempo el enamoramiento se acaba pero ya estás casado, con hijos e hipoteca y ya no puedes escapar de todo eso porque es muy difícil pasar del enamoramiento al amor y casi nunca se hace". El matrimonio es para la sociedad El psiquiatra quiso mostrar que existen relaciones amorosas válidas que "no tienen por qué pasar por el dispositivo de institución matrimonial, algo al margen del sistema amoroso". Y aseguró que "el matrimonio es para la sociedad mientras que el amor es para las personas". El doctor indicó que el matrimonio está previsto como base para la familia y sin hijos casi no existe porque normalmente se forman familias. Rafael Manrique reconoció que el título de la conferencia es provocador pero lo justificó diciendo que "normalmente es muy difícil quedarse en el medio y tener las dos cosas: amor y matrimonio". A pesar de su discurso, el psiquiatra consideró que se debe intentar "pero lo normal es que el matrimonio acabe con la relación amorosa y uno se convierta en papá o mamá que dan servicios a sus hijos y a sí mismos". Pero destacó la cierta incompatibilidad "entre amor - lógica personal y el matrimonio - lógica institucional". Y parafraseó una cita de Groucho Marx que empleaba cuando le preguntaban por el matrimonio: “es una gran institución ideal para el que quiera vivir en grandes instituciones”. El psiquiatra destacó que el amor no tiene por que acabarse "lo que siempre termina es el enamoramiento". Y lo explicó con un ejemplo; una persona casada y con hijos, si dice que está muy enamorado de su pareja "o miente o emplea una palabra inexacta". Y matizó que "el enamoramiento es una relación de efusión, de dos y cuando interfiere un hijo ya no hay enamoramiento posible. El amor se puede mantener aunque no es fácil pero el enamoramiento siempre tiene fecha de caducidad temprana y creo que el matrimonio puede mantenerse porque es una institución de orden económico y social, no amoroso". Manrique considera que "todo el mundo es capaz de enamorarse aunque es muy difícil". Y explicó que el amor tiene ocho componentes entre los cuales está la racionalidad "por eso amamos a quien queremos mientras que nos enamoramos del primero que pasa por la calle".

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